viernes, 28 de noviembre de 2008

IMAGINAR SIN LIMITES


Por Lalo Freyre

Memoria de la felicidad. Esto es la infancia. Sólo en la niñez podés imaginar sin límites.

Que el canal de la Pirincha que se formaba después de cada aguacero era el Paraná caudaloso que se llevaba a nuestros transatlánticos de papel.

Que las ramas de fresnos, paraísos y eucaliptus de la plaza frente a Casa Gilardoni & Cía. eran los trapecios del gran circo de Moscú.

Que con la caja con herramientas de carpintero que traían los Reyes Magos alcanza y sobra para construir el arca de Noé.

Que con el revólver a cebita podíamos bajar de un tiro entre ceja y ceja al mismísimo campeón shortorn de la feria que cada año se hace cuando cae San Miguel, el santo patrono.

Que si le agregabas tres madejas de hilo pita a la estrella turbo diesel intercooler con flecos y bramadores… llegabas hasta la entrada de San Francisco.

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